Salimos para Sagua la Grande desde la terminal de ómnibus
municipales de Santa Clara en una excursión de un día aprovechando la cercanía con la ciudad del Che. Por una casualidad afortunada de la vida nos tocó
viajar en una Yutong y no en un camioncito así que el viaje fue cómodo.
Cuando llegamos averiguamos por el tren que salía para Isabela más tarde y nos fuimos a recorrer un poco la ciudad, bajo el sol abrasador claro, el fiel compañero caribeño que como Rexona, nunca te abandona.
Cuando llegamos averiguamos por el tren que salía para Isabela más tarde y nos fuimos a recorrer un poco la ciudad, bajo el sol abrasador claro, el fiel compañero caribeño que como Rexona, nunca te abandona.
Fuimos a una especie de feria que había cruzando el puente,
los carritos con turrones de maní no podían faltar. Uno de los mejores inventos
después de la pólvora.
Cuando fue la hora del trencito a Isabela fuimos a la
terminal y embarcamos. Sólo tenía dos vagones, incluso era casi tierno de tan
pequeño, pero el viaje fue agradable.
Una vez en Isabela
nos tumbamos a tomar tereré a la sombrita de unas palmeras. Para qué… Fue
dificilísimo hacerlo arrancar a Carlos que estaba soberanamente planchado
disfrutando el fresco del mar.
Un rato después llegamos a uno, famoso por una escultura con forma de tiburón en su frente. Es más, aquella escultura marina, que previamente había visto en una postal, era la que me había incitado a querer visitar el poblado . Así que acampamos ahí, a la sombrita de los guanos.
Yo me dediqué a juntar algunos caracoles y cucharitas del
agua como para no perder la costumbre y un rato largo después nos fuimos hasta
un palafito que funcionaba como bar y comedor y que tenía varias tortugas Carey
en un sitio cercano.
Fue una experiencia muy linda ver las tortugas tan de cerca,
incluso hasta algunos se animaban a tocarlas.
De vuelta en Sagua y mientras esperábamos la guagua a Santa
Clara nos zampamos unas pizzas. La vuelta fue más caótica (la guagua era muy
pequeña, éramos como setenta pasajeros y para variar llovía a cántaros) pero
por la noche ya estábamos de regreso.
Hasta la próxima!